ARTSevilla Solo Projects 2018

Espacio Laraña · Del 15 al 28 de noviembre

Lunes a viernes de 11 a 14h y de 17.30 a 21h

Inauguración 15 noviembre a las 20h.

Solo Projects es un espacio reservado a artistas independientes que trabajan en torno a un mismo tema. La idea sobre la que han girado los proyectos en esta IV edición, como parte del programa de ARTSevilla 18 – Interludio, ha sido “Educación para el cambio”. Con este lema se ha intentado seguir la línea ya planteada en 2017 que buscaba visibilizar las lacras que marcan nuestro tiempo con el fin de reflexionar sobre diversos modos con los que poder enfrentarlas.

Entre los días 15 y 28 de noviembre el Espacio Laraña de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla dará cobijo a esta iniciativa, conformada por un total de catorce participantes provenientes de varios puntos de la geografía española.

Las diversas propuestas gráfico-plásticas que componen la exposición muestran su compromiso con el mundo que les rodea, motivadas por el ánimo de despertar una conciencia social que impulse, de algún modo, el desarrollo que la sociedad necesita.

Ana María Rodríguez nos adentra en la dualidad del propio ser que, en una suerte de proceso social semiconsensuado, deviene distante, indiferente e impasible. Es, para la artista, la respuesta biológica a la imposición de un ritmo de vida frenético. A ello se une la saturación de la constante sobreinformación de nuestros dispositivos móviles.  Estrés, aceleración, presión, programación, filtros… palabras clave del letargo reflexivo del que Ricardo Serrano trata de sacarnos con Pixel Distortion, un baño de luces, formas y colores.

Dentro de esa línea de análisis del entorno social, Antonio J. Fonseca nos representa el aislamiento de los individuos que conforman el “primer mundo”: un contexto globalizado, indiferente, insolidario, narcisista y vacío que prescinde de la curiosidad, la constancia y la igualdad.

Angelina Delgado trata de frenar la falta de empatía a la que nos hemos acostumbrado: Vida detenida/Esperanza · Photovoice busca aproximarnos a lo que ven, sienten y piensan un grupo de adolescentes pertenecientes al campo de refugiados de Ritsona, en Atenas. Se trata, en última instancia, de una labor de mediación.

Ante esta situación límite, paradójicamente tan común, José María Banús y Amaya O´Neill hacen su búsqueda personal en los campos de la filosofía y la física. Partiendo de Heidegger y Heisenberg, la realidad se deconstruye y reconstruye subjetivamente a través de la razón. En ambos artistas, la pureza de las figuras y los juegos geométricos nos acercan a un estado prístino donde todo es posible.

Rafael Laureano introduce la importancia de la educación. Cuando la religión era la única respuesta y la fe el medio más cercano para entender cualquier tipo de fenómeno, el arte ya era un instrumento. En la actualidad, la pedagogía crítica cuestiona y desafía las prácticas consolidadas y, junto a ella, el arte vuelve a ser un aliado.

Por su parte, Aurora Cid ensalza el papel de la educación como motor del cambio de pensamiento. Promotora de nuevos valores y actitudes positivas, la educación es la base para una sociedad más justa e igualitaria. Consciente de ello, Javier Tercero representa con una metáfora las estructuras educativas actuales, sobre las que es necesario trabajar. En este sentido, Aurora López aboga por educar prestando atención a un correcto desarrollo emocional y prioriza la felicidad a la productividad.

En el campo de las emociones, las relaciones afectivas, el amor y el respeto se encuadra “Pasional Line” del escultor Martín Lagares. La representación de una de las señales más simples y significativas de afecto, un beso, contrasta con la imagen que nos ofrece, Miguel Tadeo: Rapsodia de Lemminkäinen nos remite a la mitología finlandesa para reflexionar sobre lo erótico, la masculinidad, el género o la atribución de roles.

Para finalizar, siguiendo la tendencia edificante en la que deriva la propia exposición, Luis Morón y Mariano Luque nos animan a no caer en la desesperanza. Aún existen superhéroes, personas anónimas que acumulan, en su esfuerzo diario, las actitudes necesarias para construir una sociedad mejor. Una sociedad plural pero cohesionada, solidaria y tolerante.

Es a esas personas a las que, por su compromiso en generar conciencias y promover valores, dedicamos esta exposición.

 

Fotografía superior: Paulo Ramalho
Obra: Vida detenida/Esperanza · Photovoice, de Angelina Delgado.

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